Terremoto en Marruecos: ni la arena les protege

Cuando el temblor llegó a las 11 y 11 minutos de la noche, Nabil y Fátima reposaban tranquilos en su casa de la medina de Essaouira. Blanca se tomaba una copa con sus amigos en la terraza Taros. Ahmed vendía sus pulseras del desierto y Heike y Regina se preparaban para su viaje a Marrakech a la mañana siguiente. Allí, a 191 kilómetros de distancia de la ciudad azul de los pescadores y las gaviotas, la mezquita de Koutoubia también sintió el latir de la tierra que se desperezaba con fuerza en mitad de la noche. Seguir leyendo....

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