Un barco pesquero, pequeño, con 750 personas a bordo en su sexto día de viaje. Sofoco, calor y sed. Los cuerpos pegados y la angustia que crece con la incertidumbre de si habrá destino y tierra donde pisar. En la cubierta, todos los hombres. Abajo, en la bodega, todas las mujeres con más de 100 niños y niñas. Estuvieron apretados, sin poder moverse demasiado, sin salir al exterior. Y con seis cadáveres que no resistieron las condiciones del viaje.Seguir leyendo....